Sunday, November 30, 2014

BRONCEORO


Hoy cuando el país esperaba reencontrarse con su selección , cuando casi todo el pueblo cubano, los de adentro y los de afuera, que al final todos llevamos la misma sangre, esperaba para volverse a deleitar con su selección nos encontramos de golpe con la noticia de que por cambios de última hora del Comité Organizador Cuba jugaría en una sede alterna y sin transmisión televisiva, un golpe bajo, muy bajo por parte de los organizadores.


Para un futbol olvidado y necesitado de difusión la medida de los organizadores para nada es algo trivial. Cuba, el futbol cubano necesitaba ese partido, la gente necesitaba ver que lo mostrado frente a México no era una casualidad y si una muestra de la calidad de estos muchachos, del gran trabajo de su cuerpo técnico.


Pero el castigo por haber hecho tambalearse al dueño de casa, haber desnudado sus debilidades fue mas que un obstáculo, un nuevo impulso para esta selección acostumbrada a los malos tratos y a las adversidades.

Cuba había venido a llevarse una medalla de estos juegos y la falta de televisión no iba a ser un impedimento, porque aun a la distancia, este equipo sabía que estábamos con ellos, que la gente buscaría cualquier medio para saber que pasaba minuto a minuto y una vez más respondieron a esa especie de romance surgido entre su pueblo y ellos, tocándole al seleccionado hondureño pagar los platos rotos.


Con menos de 48 horas de descanso después de 120 minutos trepidantes ante México el equipo mostró una gran entereza física y anímica, pues no solo tuvieron que recuperarse de la eliminación dos noches antes cuando ya se empezaba a saborear la final, sino también del gol hondureño y de la pérdida temprana de Yosel Piedra por una lesión, que obligó a un cambio tempranero en la diezmada escuadra cubana.

Uno a cero o cinco a cero era lo mismo para Cuba hoy, había venido a encaramarse en el podio, había luchado por ello y en el último día no sería diferente, así que Triana tiró toda la carne en el asador mandando a la Perla Hernández al terreno de juego en el lugar de un agotado Clavelo, cuando el partido estaba 0-1 en favor de los catrachos.

La entrada del Zulueteño posibilitó el reorganizamiento del equipo retrasando a Bryan Rosales a su posición habitual de marcador por la izquierda, hacienda lo mismo con la Bestia Urgelles que entró a formar pareja con Colón en el centro de la defensa posibilitando la subida al sector de contención de Arturo para unirse al Motorcito Collado en esa zona del campo.

Los cambios dieron resultado y quince minutos después de la entrada de Arichell, el viñalero Maykel Reyes mandaba el cuero a besar el tejido para empatar el partido, empate con el que se terminarían los 90 reglamentarios.

Se venían pues treinta minutos que hubiesen parecido inclinar la balanza hacia unos hondureños más descansados, hubiese, pero los cubanitos estaban para desafiar a las reglas de la cordura, de lo lógico y a los 106 minutos Arichel, el hombre de los momentos grandes, como en Jamaica en la primera fase de la eliminatoria Sub 20 pasada o frente Costa Rica en el Premundial de Puebla, apareció para desatar la locura en toda la tierra cubana y zonas aledañas (cualquier sitio donde haya un cubano) con su gol que nos ponía arriba en el marcador.


Honduras no asimiló el gol y lo pagó muy rápido, el Cazador se percató de que su presa se tambalea y terminó derribándola con el gol del Capitán Yordan Santa Cruz tan solo un minuto después del conseguido por Arichel, 3-1 categórico... irremontable que valió un bronce para una CUBA DE ORO.

Un bronce que fue un inmerecido premio a la mejor selección de este torneo, una selección que mereció más y que solo una verdadera injusticia la privó de lo más alto del podio. Una selección que maravilló, que enamoró con su futbol y que terminó siendo victima de su mayor pecado: la falta de definición, esa misma que hoy estuvo a la altura nos faltó para rematar a Venezuela y México.


Pero más allá de lo que se pudo y no se pudo, queda ese sabor dulce de la calidad de nuestros jugadores, de su nivel de juego. Esa sensación del deber plenamente cumplido con su afición y en mi caso personal de darme la razón en lo que he pregonado y defendido desde que escribí la primera línea en este Blog: que en Cuba si se juega al futbol, que lo llevamos en la sangre y no es un modismo importado, que nuestros jugadores son tan Buenos como el que más y que con un apoyo verdadero y real, el sueño Mundialista dejaría de serlo para volverse una realidad.


¿Y el Profe qué?


Hace unos años atrás a raíz de la obtención del campeonato Nacional por parte de Ciego de Ávila hablaba con Leonel Duarte y le preguntaba quien era para él la figura más importante del equipo. Si el Cheva con su labor magistral del mediocampo, o el Keko con sus goles, o Reisandri por su labor en el sector defensivo, y la respuesta del Leo de Cuba fue categórica y rápida: Raúl González Triana, su técnico.

Triana quien en mi opinión, junto a Chandler, son los dos mejores técnicos en Cuba actualmente y a los que con gusto confiaría nuestra selección ha tenido una larga historia al frente de nuestras selecciones con puntos, como cualquier técnico,  altos y bajos,  y con el cual hemos diferido o estado de acuerdo a lo largo de los últimos años.

Siendo el primero en reclamar su regreso a la selección y criticar su remplazo por Reihold Fanz durante la eliminatoria del mundial Sudáfrica 2010, sigo pensando que bajo su dirección técnica aquel equipo hubiese llegado mucho más lejos y no se hubieran perdido tantos jugadores;  también fui el primero en reclamar su salida de la misma tras la Copa de Oro del 2011, pues entendía que su ciclo estaba terminado, y que ambos: selección y Técnico necesitaban un distanciamiento por el bien de los dos pues su relación se había convertido en tóxica para ambos y hoy al cabo de estos años me siento feliz de haber hecho aquel reclamo y de que Triana fuera destituido al frente del seleccionado.

Y es que tal decisión le permitió al técnico avileño alejarse un poco de las luces y comenzar su trabajo con un grupo de muchachos a los que primero encaminó hacia la obtención, por primera vez, de la clasificación a un Mundial Sub 20, mostrando un equipo organizado y disciplinado que terminó cediendo en Turquía ante rivales de mayor jerarquía y preparación.

Sin embargo su obra no estaba terminada y en estos juegos Centroamericanos, escribió, creo sin temor a equivocarme su mayor obra de arte, no solo por los resultados, sino por el nivel de juego de sus jugadores, por destacarse como el gran estratega que es, por leer los partidos antes y durante los mismos, por saber mover sus piezas y hacerlo sin miedo o siguiendo un libreto escrito de antemano,  adaptándose a los cambios y dinámica del partido.

Fue Triana, para mi, como para Leo en aquella conversación, la figura más importante de este equipo y sin duda el artífice de este triunfo, no sólo por lo expuesto en el párrafo anterior, sino también por su relación con sus jugadores, por ese respeto que supo inculcarle a sus muchachos que no dudaban en buscarlo y abrazarlo en señal de agradecimiento en cada gol, en cada triunfo conseguido.

Fue esa labor la que le permitió al técnico avileño tomar a este grupo de muchachos llenos de talento y hacerlos jugar como el equipo que es hoy, pues en el futbol, de poco sirven las individualidades si el colectivo no funciona y se necesita de un verdadero educador para limar los egos y poner a todos en función del equipo.

A Triana sin duda alguna hay que agradecerle este triunfo que hoy disfrutamos, hay que señalarlo como responsable principal de esta alegría pues no podemos olvidar al hombre del banquillo el de los gritos desde la línea de cal. Porque en la vida hay que ser justos y la justicia no es solo criticar cuando las cosas salen mal, sino también alabar y exaltar cuando se hacen bien, y ante nuestro técnico tenemos hoy que quitarnos el sombrero, porque cuando se gana también es obra del técnico.


Felicidades Profe, en hora buena.

Friday, November 28, 2014

Sorpresa, Cuba perdió.

Elos nos contagiaron con su sonrisa y buen juego
El futbol es así, como el amor, bello y cruel al mismo tiempo, justo e injusto a la misma vez y tal vez por esa magia, por esa combinación de veneno y antídoto es que es el deporte más hermoso del mundo, el más seguido el que como ningún otro desencadena pasiones desenfrenadas.
Así es el futbol y anoche en el Luis “Pirata” Fuente de Veracruz encarnó sus dos versiones en la piel de los jóvenes cubanos miembros de la selección Sub 21 que defienden los colores patrios en esta nueva edición de los Juegos Centroamericanos y del Caribe.
Diezmados por las lesiones y suspensiones, 13 guerreros cubanos se aprestaron a dirimir una noche épica para el maltrecho futbol antillano, al frente la poderosa escuadra mexicana, el premio la final y la posibilidad del oro soñado.
Modestos, sin nada que perder y sin otro apoyo que su talento, su garra y corazón nuestros muchachos salieron al terreno y con un futbol serio y muy bien planteado tácticamente, se adueño del baló, el terreno, desconcertó a un rival que no encontraba por donde ni como, mientras que veían la marea azul venirse una y otra vez, a veces en grupo a veces con la solitaria presencia de Yordan o Reyes, suficientes para crea zozobra en la zaga verde que no sabía cómo controlar la velocidad de los morenitos cubanos.
México se fue diluyendo ante la telaraña tejida por Raúl González Triana, quien por cierto tuvo que ver el partido desde las tribunas al estar suspendido tras su reclamación por el pésimo arbitraje en el partido frente a Venezuela, y solo pudo llegar a la meta defendida por Sandy Sánchez a los 30 minutos de juego, aunque pudo ponerse en ventaja a los 38 minutos cuando la defensa cubana fue cogida a contrapié, pero lo que parecía la reacción mexicana terminó por ser solo un amago y el intento por emparejar el partido fue solo una ilusión, pues Cuba se recompuso y cerro el primer tiempo con un cero a cero.
De ahí en más fue Cuba que desperdició la oportunidad de adelantarse en el marcador en los primeros minutos del segundo tiempo en los que ejerció un gran control del juego mismo que se fue alargando de los 90 minutos ante la mirada atónita de los presentes, la sorpresa del equipo mexicano, que seguía sin entender y la capciosa narración de los locutores de ESPN, que ese rompían la cabeza tratando de explicar lo que veían en el terreno, atribuyendo el pobre funcionamiento a errores de sus jugadores, omitiendo o no queriendo ver una verdad tan grande como el estadio, México no funcionaba, porque Cuba era más, si Cuba era más, porque Cuba tenía más hambre, mas ganas, porque sus jugadores corrían cada balón como el último. México no funcionaba, porque se jugaba a lo que Cuba quería, porque Cuba tapaba las salidas dejando a los talentosos jugadores rivales sin opciones para crear o distribuir el juego.
Aruro Diz Pe, tuvo otra gran noche Centroamericana
Cuba jugaba bien, jugaba como habíamos soñado, jugaba a lo Cuba a lo de esta Cuba que nos ilusiona cada vez que sale al terreno y nos hace soñar, pero la pasión la adrenalina no nos cegaba y las inquietudes sobre el resto físico de nuestros jugadores aparecían revoloteando ¿Cuánto más aguantarían nuestros muchachos ese tren? ¿Hasta cuando le alcanzaría?
La respuesta pareció asomarse en los minutos finales cuando dos de los jugadores de mayor despliegue físico: La Bestia Urgellés y el Pitufo Pérez debieron dejar su espacio a Labrada y Anderson, quien pareció en los primeros minutos del alargue andar igual o peor físicamente que el lastimado Dayron, viéndose renguear por momento.
Cero y cero y el alargue, el sufrimiento el sacrificio no había terminado para los once guerrero que en pie seguían la batalla y vino el gol, un gol de esos, diferente bello, dibujado como un pincel en el que la imperfección, si así puede llamársele al desvío en una pierna mexicana, lo hizo aun más bellos.
Salida rápida cubana y el capitán, como contra Haití para destrabar el partido, hizo doble recorte, dejó a sus marcadores en el camino y disparó el balón rosó una pierna para cambiar lo suficiente la trayectoria y colarse junto al pulo para ir a besar el tejido gol y explosión en el pecho cubano, gol Cuba arriba, Cuba ganaba.
¿Impensable? Antes del partido tal vez, pero a aquella hora de la noche era justo premio, no había sorpresa, Cuba ganaba por méritos propios y Cuba no renunciaba, iba a por más y tal vez ese ir por más, ese amor propio fue el que nos terminaría costando el partido.
Sandy Sánchez vuela
México estaba herido y buscaba el empate, Cuba no renunciaba, y en una gran jugada por la derecha, Anderson se escapó de su marcador, pegado a la línea para habilitar a un, ya sin piernas Maykel Reyes que apenas pudo hacer contacto con el cuero, que fue salvado sobre la línea por un defensor local, cuando parecía que Cuba aniquilaba el partido.
Un partido que con los minutos ganaba en dinamismo, en suspenso, uno que se adueño de la noche veracruzana a cinco del final, cuando tras una entrada de Abel Martínez sobre uno de los delanteros mexicanos, el central marcó el manchón penal, Aspiricueta tomó el balón dispuesto a ajusticiar a un Sandy Sánchez que le miró a los ojos, adivinó las intenciones del azteca para volar a su palo izquierdo y mandar al corner a la cinco, y hacernos brincar y abrazarnos de alegría.
Había que parar el partido, descinflar el balón, ganar minutos, pero Cuba no cambió su juego y en el pecado llevó la penitencia, el futbol se ensañó una vez más con nuestra sele y a un minuto de final el árbitro castiga un falta en los bordes del área que Bueno manda al fondo de las redes a través del único resquicio que quedaba abierto en la barrera cubana para hacer inútil la estirada de Sandy, un verdadero rompecorazones que nos mandaba a los penales.
Tanda fatídica que en rara ocasión a sonreído a los nuestros, uno por uno fueron desfilando los pateadores y los aciertos de Sandy nos llenaba el corazón y alma de esperanzas, con la ilusión de que el oriundo de manatí detuviera alguno de los disparos.
Pero el futbol, oh bendito futbol aun no había terminado su macabra obra veracruzana.
La imagen de la injusticia, Yolexis Collado de impecable
actuación durante el partido, se toma la cabeza tras fallar
su penalti
Lento, tranquilo, con su cuatro a las espaldas se paró Yolexis Collado frente el balón, el pequeño titán cubano, el que había salido casi de las sombras para encumbrarse en lo alto con extraordinarias actuaciones en la media cancha cubana no nos había dejado echar de menos al gran Daniel Luis uno de los estandartes de esta selección.
Tomó carrera, pateó y el balón caprichoso fue a estrellarse entre las piernas del arquero mexicano, para desatar el júbilo mexicano. Sorpresa, mil veces sorpresa. Cuba había perdido, injusto mil veces injusto, con el futbol y el hombre.
Después las lágrimas del Motorcito Collado, que eran nuestras lágrimas, las palabras de apoyo de sus compañero que también eran las nuestras Cuba había caído como una grande, Collado había enfrentado a su destino como el gran hombre, atleta y futbolista que es, hoy no hay reproches, hoy no aceptamos disculpas, porque no hay reproches que hacer, porque no hay disculpas que dar, porque para nosotros este equipo, y especialmente tú, Yolexis son nuestros héroes.

El futbol es injusto, pero cada Domingo vuelve a dar revancha. En hora buena Cuba, en hora buena.

Monday, November 24, 2014

Esta si es mi Cuba

Esta Cuba, la de anoche, la de Luis Pirata Fuente, la de Veracruz, si es mi Cuba, guerrera, luchando dejando alma y vida sobre una cancha imposible, fangosa y pesada por la lluvia, esta es la Cuba que queríamos ver, que añorábamos y no aquella de la Copa de Caribe rácana, falta de hambre de triunfo y conformista.

Quiso el destino que viviéramos en menos de un mes destinos similares, llegar al último partidodel grupo necesitados de una victoria para ganarlo y aunque los resultados fueron los mismos la trayectoria de los mismos fue. muy diferente. Fue un autentico partidazo, con Cuba dominante, con la osadía y capacidad de tocar, triangular y rotar en un verdadero pantanal, Cuba se robó el balón y el show ante una Venezuela, que no pudo nunca encontrar el camino de la marea roja cubana que llegaba y llegaba convirtiendo en figura al portero venezolano que con dos excelentes intervenciones evitó que los nuestros se pusieran en ventaja, primero ate un trallazo de Yosel Piedra que sacó a una mano y después ante un cabezazo de Héctor Morales que lo encontró muy bien posicionado.

Cuba pudo ponerse en ventaja en la primera mitad cuando un excelente cobro de Andy Baquero, encontró la cabeza de Maykel Reyes que envió el cuero al fondo de las redes, sin embargo el gol del viñalero fue anulado por un milimétrico fuera de juego. Cuba siguió carburando en la segunda mitad, peleando cada balón como si fuera el último y aguantando el embate de las continuas entradas de los venezolanos que ante la incapacidad técnica apelaron al juego brusco para detener los embates de los nacionales, con la total complicidad del árbitro Valdin Legister de Jamaica, con el cual no tuvimos mucha suerte en el primer partido y mucho menos anoche, cuando para rematar su actuación expulsó al capitalino Andy Baquero en el tiempo de compensación. 

Fue el futbol, injusto, muy injusto y se ensaño con el mejor de los dos, con el que puso la alegría, el futbol, el espectáculo, fue de esas noches en las que la pelotica se niega a entrar, en la que esos cruces de balón quedan a milímetros de los rematadores o en las que el portero se viste de héroe para cerrar su marco y ahogar el grito de gol.

Fue de esos encuentros que llena la pupila y que invita a verlo de pie, palpitando a cada momento y con un cierre cardíaco, pues con una Cuba volcada, entregada al ataque aparecieron algunas posibilidades en la zaga que propiciaron algunos remates al marco muy bien controlados por Sandy Sánchez que se va consagrando bajo los tres palos.

Fue otra noche de gran demostración del capitalino Adriá Diz Pe, nombrado jugador del partido, de Andy Baquero, a pesar de su expulsión, siempre subiendo acompañando en el ataque o replegándose en defensa, de Yordan Santa Cruz siempre incisivo, de Maykel Reyes, de Dayron Pérez, al que le tocó calzarse la botas grandes dejadas por Arichel “La Perla” Hernández trabajo que cumplió con nota de sobresaliente pues el pequeñín número 11 no desentonó en ningún momento mostrando sus grandes dotes técnicas.

Fue una Cuba de juego excepcional que no pudo cumplir su objetivo pero que dejó un muy grato sabor de boca, mostró ser un equipo que no se arruga ante situaciones grandes o complicadas y que será un equipo que plantará cara ante el favorito México en semifinales.

Ayer no se logró el objetivo, no se lograron los tres puntos pero hoy podemos estar tranquilos, porque nuestro futbol, nuestras glorias pasadas, nuestra historia futbolística en está en muy buena manos, calidad y corazón hay mucho en estos jóvenes, ahora le toca a los Dueños del Futbol no dejar que se pierdan.

Sunday, November 23, 2014

Sandre sudor y tres puntos

La selección Sub 21 de futbol venció con facilidad: 2-0 al conjunto de Haití asegurando de paso su clasificación a la siguiente ronda.

Tras la excelente actuación y victoria sobre Costa Rica en la primera jornada se esperaba que la selección cubana presionara a los haitianos desde un inicio en busca de resolver el partido desde temprano imponiendo la mayor calidad de sus jugadores sin embargo los nuestros  parecieron no aparecer y de estar medio adormilados, empeñándose en buscar la espalda de los defensores rivales con pases largos que nunca encontraron sus destinatarios.

Con Cuba sin encontrar su juego y Héctor Morales sin aparecer en el partido Haití trató de aprovechar su velocidad poniendo a la zaga Cuba en apuros en varias ocasiones y convirtiendo a Sandy Sánchez en el más ocupado de los dos arqueros.

Con el partido enredado y sin claridad Cuba necesitaba de la magia y el talento de susjugadores y ahí apareció Yordan Santa Cruz para con un gol de otro partido  resolver el encuentro.

El 8 apareció sobre la izquierda, en su área de influencia y ante la marca rival, tuvo tiempo para levantar la cabeza ver al cancerbero haitiano y levantar un balón que voló sobre la cabeza y estirada del guarda palos adversario para irse a meter cerca de la escuadra del segundo palo, un verdadero golazo, que por si sólo pagaba la entrada y que daba a Cuba no solo la ventaja, sino también la tranquilidad.

De ahí en más fue todo Cuba, no por lo punzante sino  por el control y calma con el que manejaron el partido, misma que exasperó a los jugadores haitianos que en más de una ocasión entraron con las piernas demasiado altas muchas veces cercanas al rostro de los nuestro y en una impactando sobre el rostro de la Perla Hernández quien debió ser sacado del partido con el rostro sangrante, entrada que le valdría a Jean Jean Becker la tarjeta roja.

Con la ventaja en el marcador. un hombre más y a sabiendas de que en 48 horas tendría que enfrentar a Venezuela por el primer lugar del Grupo, Cuba metió el partido a la nevera y apenas se desgastó, fue un cazador paciente que jugó con su presa esperando el momento oportuno, para golpearla nuevamente y aniquilarla.

Una paciencia que adormilaba que movía el partido al aburrimiento, al borde del sueño mismo en el que pareció enredarse la defensa haitiana que en un pase filtrado sobre Héctor “el Chino” Morales, que si estaba en la cancha, cometió un claro penal sobre el jugador Capitalino.


Dueño de los cobros desde el punto de penal Artuo Diz Pe, de excelente partido, tomó el balón y liquidó el partido mandando el cuero a besar el tejido para el 2-0.

Thursday, November 20, 2014

Restaurando el honor.


Tras la calamitosa actuación de la selección mayor cubana en la pasada Copa del Caribe, le tocaba a la Selección Sub 21 cubana restaurar el maltrecho honor del futbol cubano y los dirigidos por el avileño Raúl González Triana no solo asumieron el reto sino que lo cumplieron.

El rival no pudo estar más a modo: Costa Rica, un equipo de gran prestigio y con una cuenta pendiente ante los nuestros ya que fueron los cubanos los que los dejaron fuera del Mundial Sub 20 hace un año, sin embargo la revancha quedó sólo en eso y los nuestros, como en puebla hace un año atrás vencieron a los ticos con marcador de 2-1.

Habría que viajar mucho en el tiempo para encontrar un mismo equipo cubano que haya vencido a uno tico en dos ocasiones consecutivas ya sea a nivel de clubs o de selecciones nacionales, tanto, como hasta el año 1925 cuando el Fortuna, Campeón invicto de cuba ese año, visitó tierras ticas y se apuntó tres victorias y un empate frente a los mejores clubs costarricenses de la época.

Dato que por si solo sirve para resaltar la labor de estos muchachos, que con sus actuaciones han hecho que a este grupo de jugadores ticos se les haya etiquetado ya como la Generación Pérdida del Futbol tico, generación que ha tenido la mala fortuna de encontrarse con la mejor generación de jugadores cubanos de los últimos tiempos y que han contado además con la suerte de tener un entrenador que sabido sacar de ellos los mejores dividendos.

Cuba ganó ayer, porque como hace un año atrás, fue mejor que Costa Rica, porque siempre se jugó al ritmo de Cuba, porque aunque pareció que Costa Rica contralaba el partido en el inicio fue Cuba quien realmente lo hacía trabando bien el partido  y no dando libertades siendo el gol tico más un hecho anecdótico, que el resultado de una superioridad y que sirvió para que Cuba soltara las amarras y terminara llevándose los tres puntos gracias a la calidad de sus jugadores y a una definición de crack del pinareño Maykel Reyes.

Ya habíamos dicho en una artículo anterior cuando se hablaba de las bajas de Lahera y Cervantes, que la delantera cubana no echaría mucho de menos la ausencia del capitalino debido a la calidad de hombres como Reyes y Arichel Hernández, recibiendo, el primero, todo tipo de elogios y piropos de los locutores ticos que siguieron el partido no sólo por su gol, sino también por su labor y entrega en el frente de ataque.

Sin embargo no todo fueron buenas noticias para el seleccionado cubano que perdió a una de sus principales figuras el capitalino Daniel Luis Sáez quien estará de baja cuatro semanas.

Ahora los cubanos buscarán los tres puntos y la clasificación frente al seleccionado de Haití  que cayó en su debut, 0-4, frente al representativo de Venezuela y de paso buscarán vengar la derrota de la selección mayor frente a los haitianos en la discusión del tercer puesto de la pasada Copa del Caribe.

Cuba (2) – Sandy Sánchez – Andy Baquero, Jorge Luis Clavelo, Yosel Piedra, Yordan Santa Cruz (Pedro Anderson 95’), Maykel Reyes, Héctor Javier Morales (Dairon Pérez 88’), Arichel Hernández, Adrián Diz Pe, Daniel Luis Sáez (Yolexis Collado 13’), Abel Martínez.

Costa Rica (1); Jorge Jara – José Sosa (Iván Ramírez 81’), Eick Cabalceta, William Fernández, William Quiros (James Hudson 69’), Luis Sequeira, Francisco Rodríguez, Dylan Flores, Randall Leal (Juan Arguedas 60’), Steve Garita, Joseph Mora.

TA: Adrián Diz Pe

Árbitros: Legister Valdin (Jamaica) – Graeme Browne (St. Kitts & Nevis), Richard Washington (Jamaica)

Tuesday, November 18, 2014

Problemas de piel


Selección "Adidas" que hoy buscará el bronce caribeño
 ¿Dónde está mi bandera cubana,
la bandera más bella que existe?
Bonifacio Byrne 
 
Hay cosas grandes y hermosas en la vida de un deportista, pero creo que ninguna como la de poder besar su bandera en un momento de celebración honor y placer que lamentablemente nuestros futbolistas desde hace un tiempo no pueden tener ya que nuestra hermosa tricolor ha desaparecido del pecho de nuestros futbolistas.

Desde su primer partido internacional, la de la estrella solitaria a aparecido, de una manera u otra en las camisetas de nuestro seleccionado dándole así la oportunidad a nuestros jugadores de apretarla y besarla al celebrar un gol, sin embargo los que hoy defienden a nuestro país en las diferentes justas futbolísticas no cuentan ya con esa posibilidad.

En el 2009 la gloriosa Sub 17 Campeona del Caribe debió jugar el Premundial de la categoría en Tijuana, México con unos uniformes en los que nuestra querida enseña patria no apareció por ningún lado y que motivó a comentarios sarcásticos de los locutores mexicanos que seguían el torneo.

Fue aquella la primera señal de lo que se vendría, un carrusel de faltas de respeto y pocas voluntades que hacen de nuestros equipos lo únicos en el mundo sin un uniforme propio o distintivo y en el que los constantes problemas con los uniformes han hecho a nuestras selecciones blanco de burlas e incluso han costado partidos, como sucediera en la Copa de Oro pasada cuando Panamá empataba el encuentro que perdía contra los nuestros en momentos en los que el equipo estaba en inferioridad numérica debido a que Jorge Luis Corrales no tenía uniforme para reingresar al terreno, el partido posteriormente se desvirtuaría y Panamá terminaría pasándole la aplanadora a los nuestros pero sin duda aquel fue un momento clave en el desarrollo del encuentro.

No menos bochornoso lo acontecido a Abel Martínez en el Premundial  de Puebla del año pasado cuando hubo “que arreglarle” el número del short usando una tira de esparadrapo, pues no existía otro con la numeración del jugador para que este pudiera continuar el partido.

Lamentable y vergonzoso que nuestros atletas, al final de los partidos no puedan intercambiar los uniformes al final de los encuentros pues hay que devolverlos a la Federación al final de los torneos para que pueda ser usada por otra de nuestras selecciones.

Así como hace un año en el premundial de puebla, la Sub 20 debió usar los uniformes de la selección cubana de futbol femenino hoy nuestros muchachos en la Copa del Caribe deben usar el de la Sub 17, ya que han tenido que “donarle” los suyos a la Sub 21 que defenderá nuestros colores en los Centroamericanos del Caribe.

Mucho se habla de la pobreza de nuestro futbol, de las dificultades económicas de nuestro país, pero o me pregunto ¿qué hace la Federación Cubana con el dinero donado por la FIFA? ¿a dónde va a parar el cuarto de millón de dólares que envía la máxima entidad del futbol mundial? Definitivamente a los uniformes de nuestras selecciones no, porque realmente no hay ninguna justificación para que sucedan cosas como estas.

No hay ninguna razón para que Cuba juegue de blanco y negro, colores que no tienen nada que ver con nuestras selecciones y mucho menos de naranja, traje alternativo de los que hoy se encuentran en Jamaica. Ni mucho menos para que nuestra querida y gloriosa bandera no brille en el pecho de nuestros atletas.

Dejémonos de escusas materialistas pues aquí lo que hay es un problema de moral y falta total de respeto, no sólo hacia nuestro futbol, sino también a la patria, no se necesitan miles de dólares para pegar 22 banderas de tamaño minúsculo en lo material pero de valor inmenso en lo moral.

Puede usted comprar los uniformes en el último lote de la Adidas o en una tienda deportiva en España, como ocurrió antes del partido frente a Indonesia a principios de año, pero por lo menos tenga un poco de vergüenza y por lo menos agréguele el escudo o la bandera cubana signos distintivos, claros y profundos de nuestra patria.